Un día de perros
En un día de primavera, en el que las flores lucían en todo su esplendor sus maravillosos colores, los árboles sus brillantes hojas verdes, a excepción de los cerezos que vestían sus ramas de delicados pétalos rosas y blancos, salí a pasear con mi perro, por un parque de Madrid.
Decidí compararme unos deliciosos Bretzels, así que até a mi perro a un banco mientras yo iba a por unos. Estuve bastante tiempo esperando a ser atendido ya que no estaban todavía echos.
Decidí compararme unos deliciosos Bretzels, así que até a mi perro a un banco mientras yo iba a por unos. Estuve bastante tiempo esperando a ser atendido ya que no estaban todavía echos.
Cuando volvía al banco Pancho ya no estaba, sólo quedaba un trozo de correa deshilachada, como si la hubieran cortado o desgarrado con los dientes. Eso me hizo pensar que o lo habían raptado o se había escapado. Lo busqué por todo el parque y fui preguntando que si habían visto un perro joven, fuerte, de pelaje negro y barriga marrón, es decir un beagle. Como no lo encontré di por echo que lo habían raptado así que llamé a la policía. Estaba triste, Pancho había desaparecido, así que busqué un poco de apoyo emocional en la casa de mi mejor amigo Roberto. Comimos pizza y vimos una película policíaca. Aún así, no pude dejar de pensar en él.
Al día siguiente contacto conmigo un detective, Carlos Gimenez, quien vino a pedirme lo que quedaba de la correa del perro, por si tenía huellas del ladrón. Tan solo un día después,
¡¡¡¡1 día!!!!, me dijeron que habían encontrado al ladrón, mejor dicho, ladrona. Se trataba de una mujer llamada Amanda Siscuanovitch, la cual era una criminal muy buscada que se dedicaba robar/matar animales para sacarles los órganos y venderlos como si fueran de humanos a hospitales y centros de salud africanos. Se aprovechaba de la necesidad y la falta de medios necesarios, en esos países, para determinar si eran órganos humanos o no. La policía descubrió su escondite y, de inmediato, lo asaltó deteniéndola, pero con la terrible sorpresa de la muerte de Pancho. Fue el peor momento de mi vida, jamás le olvidaré.
¡¡¡¡1 día!!!!, me dijeron que habían encontrado al ladrón, mejor dicho, ladrona. Se trataba de una mujer llamada Amanda Siscuanovitch, la cual era una criminal muy buscada que se dedicaba robar/matar animales para sacarles los órganos y venderlos como si fueran de humanos a hospitales y centros de salud africanos. Se aprovechaba de la necesidad y la falta de medios necesarios, en esos países, para determinar si eran órganos humanos o no. La policía descubrió su escondite y, de inmediato, lo asaltó deteniéndola, pero con la terrible sorpresa de la muerte de Pancho. Fue el peor momento de mi vida, jamás le olvidaré.
Me ha gustado mucho tu texto Mario,el texto esta dividido en párrafos,se entiendo todo perfectamente lo único que no entiendo es lo que pone en las exclamaciones es como si se hubiera cortado la frase
ResponderEliminarBuen trabajo
Gracias, ya lo he cambiado ;D
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